La cirugía
Para poder realizarla, trajeron especialistas de distintas áreas y desde diferentes ciudades, como Córdoba y Buenos Aires. En total, en el quirófano trabajaron, por cinco horas y media, 12 profesionales de la salud.
Un rol protagónico fue el Electrofisiólogo, que controló las conexiones nerviosas a medida que iban moviendo las vértebras e informando precisamente hasta dónde realizar la corrección de cada vértebra
También contaron con un Hematólogo, que participó con un recuperador de glóbulos rojos. Esa especie de “bomba aspiradora y purificadora”, que permitió que toda la sangre que perdía, -como en cualquier cirugía y más en esta que tiene una incisión tan extensa a lo largo de la espalda-, se filtraba e ingresaba nuevamente al organismo. “Esto permitía que la sangre tuviera una continuidad en su flujo”
El rol del Anestesiólogo también fue central. Mario Berrini relató el procedimiento que llevaron adelante para afrontar la decisión de no transfundir.
El nombre de la técnica es “hemodilución normovolémica” que consiste en extraer sangre a la paciente dentro del quirófano, antes de empezar la operación. “Esa sangre se repuso con solución fisiológica, logrando así que cada gota que se pierde por sangrado, tenga menos cantidad de glóbulos rojos”, dijo.
Otra de las estrategias que aplicaron fue la de mantener a la niña con una presión arterial más baja de lo normal (hipotensión controlada), con el objetivo de disminuir la sangre perdida durante el procedimiento.
“En 30 años de profesión, nunca me tocó hacer algo así. Estamos muy contentos con el resultado”, señaló Berrini.
Desde el área de Pediatría, Tissera mostró su satisfacción porque “a las 48 horas de la cirugía, la paciente se fue a su casa a terminar su recuperación, solo con analgésicos orales”.
Valoró que al salir del quirófano, se le preparó una habitación privada en el Sanatorio de La Cañada – Villa María, convertida en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), para que solo estuviera la niña con sus familiares más cercanos, sumando al equipo de enfermería habitual una extra que específicamente estaría a disposición de las necesidades y controles de la niña.