Un corazoncito que inspira: Descubrí la historia de Tadeo

En la sala de Neonatología del Sanatorio de la Cañada – Villa María, se llevó a cabo una cirugía cardíaca conmovedora en un bebé nacido en la primera quincena de abril, con tan solo 24 semanas de gestación. Este pequeño luchador, considerado un “microprematuro” por los expertos, desafió todas las probabilidades desde el momento de su nacimiento.

Newborn baby boy covered in vertix inside incubator
Valentía y superación
El Dr. Roger Tissera, responsable de la Neonatología en nuestro Sanatorio, compartió con emoción cómo comenzó esta historia. Hace unas semanas, una valiente mujer de Leones, en la semana 24 de su embarazo, ingresó a nuestro Sanatorio de la Cañada – Villa María en medio de contracciones prematuras. Fue en nuestras instalaciones donde dió a luz a dos preciosos gemelos.

Lamentablemente, el gemelar I, Donato, enfrentó complicaciones desde el principio y, a pesar de los esfuerzos incansables del equipo médico, falleció una semana después de nacer. Sin embargo, su hermanito, Tadeo, continúa su batalla en nuestra Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, enfrentando los desafíos propios de un prematuro extremo.

Con una fuerza y resistencia asombrosa, Tadeo ha superado obstáculos desde el primer día. Logramos extubarlo tempranamente y mantenerlo con una ventilación no invasiva, lo que ha contribuido a su progresivo aumento de peso. Sin embargo, llegó un momento crítico en su desarrollo: su ductus arterioso persistente, un vaso sanguíneo adicional en el corazón, obstaculizaba su avance.

El 8 de mayo, con la colaboración de destacados cardiocirujanos pediátricos de Córdoba, llevamos a cabo una cirugía pionera en nuestra institución, creando un ambiente quirúrgico dentro de nuestra Neo, con una servocuna especial que proporcionaba el calor necesario y permitía el acceso a las manos expertas del equipo médico, se realizó el cierre del ductus arterioso.

Durante la cirugía, que duró aproximadamente una hora, se enfrentaron momentos críticos. Pero el coraje de Tadeo, combinado con la habilidad y dedicación del equipo médico, prevaleció. Después de la operación, las primeras 48 horas fueron cruciales, donde debimos brindarle medicamentos para el corazón, mantener su presión arterial y respaldar la función de sus riñones. Su pequeño cuerpo tuvo que adaptarse a un nuevo sistema circulatorio, pero poco a poco hemos visto mejoras significativas.

Hoy, Tadeo sigue su camino de recuperación. Ha alcanzado un peso de más de 1.000 gramos y su vitalidad es inspiradora. Aunque aún enfrenta desafíos y está bajo constante monitoreo, su espíritu valiente nos llena de esperanza y gratitud.

Queremos expresar nuestro profundo agradecimiento a nuestros talentosos médicos, enfermeras y personal de nuestra sala de Neonatología, quienes brindaron un cuidado excepcional y amoroso en cada etapa de esta historia.